Un economizador de caldera puede contribuir tanto a mejorar la eficiencia operativa como a aumentar la confiabilidad y la vida útil de las calderas de vapor. Si bien el enfoque típico de los economizadores va ligado a la reducción del consumo de combustible, eficiencia y cuidado del medio ambiente, no hay que olvidar que su uso tiene otros beneficios, muchas veces más buscados por los responsables del mantenimiento en planta.
Entre las formas en las que los economizadores logran mejorar la confiabilidad de las calderas tenemos las siguientes:
Reducción del estrés térmico:
Al precalentar el agua de alimentación utilizando el calor residual de los gases de escape, el economizador reduce el estrés térmico en el material de la caldera. Esto puede ayudar a prevenir la fatiga térmica y la formación de grietas, lo que puede prolongar la vida útil de la caldera.
Reducción de la corrosión:
Al incrementar la temperatura de agua de alimentación se ayuda a eliminar el oxígeno del agua, reduciendo la posibilidad de corrosión de los tubos de la caldera así como el sistema de vapor en general. Esto ayuda a prevenir daños en los componentes internos de la caldera y prolongar su vida útil.
Aumento de la eficiencia:
Al recuperar el calor residual de los gases de escape, el economizador aumenta la eficiencia general del sistema al precalentar el agua de alimentación. Esto puede reducir la cantidad de combustible necesario para calentar el agua y generar vapor, lo que a su vez puede disminuir la carga de trabajo de la caldera y reducir el desgaste de sus componentes.
Menor necesidad de mantenimiento:
Al reducir el estrés térmico y la corrosión, y al disminuir la carga de trabajo de la caldera, el economizador puede ayudar a minimizar la necesidad de mantenimiento y reparaciones costosas. Esto puede aumentar la confiabilidad del sistema al reducir el tiempo de inactividad no planificado y los costos asociados.
En resumen, un economizador de caldera puede proporcionar beneficios significativos tanto en términos de eficiencia operativa como de confiabilidad y vida útil de las calderas de vapor. La inversión en estos equipos debe ser evaluada también por el equipo encargado de confiabilidad en planta lo que asegura un estudio integral donde no solo se mida un rápido retorno de inversión sino también la reducción de paradas por fallos y el incremento de la vida útil de calderas y sistemas de vapor.