Crédito a Piping Mart por la imagen.
Existen diferentes tecnologías de bombeo de fluidos, cada una con sus propias características y aplicaciones específicas. Algunas de las principales diferencias entre estas tecnologías son:
Por el tipo de desplazamiento, las bombas pueden ser de desplazamiento positivo o centrífugas. Las bombas de desplazamiento positivo funcionan mediante el movimiento de un pistón, diafragma, engranaje u otro elemento que desplace el fluido hacia la salida. Las bombas centrífugas, por otro lado, utilizan la fuerza centrífuga generada por un rotor que gira a alta velocidad para impulsar el líquido hacia la salida.
Las bombas de desplazamiento positivo funcionan a velocidades más bajas que las centrífugas, lo que las hace más adecuadas para fluidos viscosos o abrasivos.
Así mismo, las bombas de desplazamiento positivo pueden manejar sobrecargas momentáneas sin dañarse, mientras que las centrífugas pueden sufrir daños si se les somete a sobrecargas.
En lo que respecta a eficiencia, las bombas centrífugas son más eficientes para el bombeo de fluidos con baja viscosidad, ya que requieren menos energía para lograr el mismo caudal que una bomba de desplazamiento positivo.
Aplicaciones: Las bombas de desplazamiento positivo son más adecuadas para procesos precisos y de dosificación, mientras que las centrífugas son más utilizadas en aplicaciones de transferencia y circulación de líquidos.
Entre las tecnologías de bombeo de desplazamiento positivo más utilizadas tenemos:
Bombas de diafragma.
Bombas peristálticas.
Bombas de pistón
Bombas de tornillo helicoidal
Bombas de engranajes
Bombas de lóbulos
Bombas de paletas.
Bombas de cavidad progresiva.
Cada una de estas tecnologías de bombas tiene sus propias características y aplicaciones específicas, y es importante seleccionar la bomba adecuada para cada uso particular.