En la actualidad nos encontramos en una lucha constante con este brote del COVID-19, el cual pasó a ser una “endemia”, este término se aplica cuando algo pasa a ser habitual, que se considere normal su presencia en el mundo y que el desarrollo humano en los próximos meses se dará con la presencia de este virus, es por esto que se hace importante la correcta aplicación de los términos Desinfección y limpieza, más adelante los iremos desarrollando.
La desinfección y limpieza, son la columna vertebral para prevenir la propagación de enfermedades, pese a esto, muchas instituciones fallan, ya sea porque no poseen las instalaciones mínimas para una adecuada prevención y control de infecciones (PCI), o porque su personal no está suficientemente capacitado. El virus del Covid-19 puede permanecer en cualquier superficie durante horas, e incluso días. Por ello se hace necesario, para evitar su propagación, purificar la superficie o lugar en el que nos encontremos. A continuación explicaremos a más detalle cómo se logra la desinfección y limpieza de espacios o superficies, primeramente definiremos cada término.
1. Desinfección (acaba con los microorganismos de raíz)
Según el CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), la desinfección es el proceso de limpieza que consigue eliminar los microorganismos (bacterias, virus y protozoos) presentes en diferentes superficies. Los productos empleados poseen propiedades germicidas y antibacterianas. Es decir, este proceso químico inactiva agentes patógenos. Cabe destacar que los productos de este tipo deben eliminar el nivel de bacterias patógenas en un 99,999% durante un lapso de tiempo de entre 5 a 10 minutos. También se puede realizar la desinfección con métodos físicos, como las ondas de ultrasonido, la radiación UV de alta intensidad y la luz LED azul, contra el virus del COVID-19.
Para la desinfección de manos, es ideal usar una fórmula a base de un 60 por ciento de alcohol, aunque, está comprobado que el alcohol reseca e irrita la piel, es por esto que existen alternativas económicas con tecnología de punta como lo es el agua ozonizada, que ha venido ganando espacio en cada rincón del país. Básicamente es agua, es por esto que no reseca ni irrita la piel al contacto, además, no tiene olor, esto significa que la pueden utilizar en personas alérgicas e inclusive personas asmáticas.
Los pasos a seguir en el proceso de desinfección son 3:
- Limpieza: aplicar el detergente elegido para limpiar.
- Aclarado: se eliminan los restos de detergente.
- Desinfección: se aplica la sustancia desinfectante que conseguirá acabar con los organismos patógenos.
La desinfección se aplica tanto en baños públicos como en privados. Por otro lado, es el proceso más recomendable a realizar para la limpieza de hospitales, laboratorios y demás zonas donde se lleve a cabo la conservación de alimentos.
Conviene distinguir entre dos tipos de desinfección:
- Desinfección física: se emplean métodos físicos como el calor, el calor con presión, el calor húmedo o la luz ultravioleta.
- Desinfección química: en este caso se emplean sustancias elaboradas a base de distintos compuestos químicos incluidos de forma específica para la destrucción de un determinado tipo de microorganismo. Es muy recomendable para lugares de alta sensibilidad o con gran tráfico de personas.
Entre las características de un buen desinfectante se encuentran el alto poder bactericida, el amplio espectro, la estabilidad, homogeneidad, solubilidad en el agua, etc. Además, se consigue evitar alergias, infecciones y, en algunos casos, enfermedades más serias procedentes de una mala eliminación de microorganismos. En este sentido, cabe destacar que existen 3 procesos distintos de desinfección:
- Metódica. Es la que se realiza de forma habitual.
- Completa. Es aquella en la que se utiliza un desinfectante concreto.
- Completa no uniforme. Se utiliza un producto adecuado para la eliminación completa de un microorganismo concreto.
2. Limpieza
Es la remoción de todos los materiales extraños (detritus, sangre, proteínas, etc.) que se adhieren a los diferentes objetos. Se realiza con agua, detergentes y productos enzimáticos. Este proceso puede reducir en 3-4 logaritmos la contaminación microbiana inicial y es el paso previo a cualquier proceso de desinfección y/o esterilización. Si el instrumental no está limpio los procesos de desinfección y esterilización no serán totalmente eficaces, ya que la suciedad no permitirá el contacto del agente con la superficie y actuará protegiendo a las bacterias.
Por último, hay que tener en cuenta que sin una correcta limpieza el proceso de desinfección NO cumple su objetivo. La higiene es indispensable para poder controlar las fuentes de contaminación. Por este motivo recomendamos establecer un plan de higiene en el que se especifique el proceso de desinfección que se debe aplicar en cada lugar y objeto (la frecuencia, procedimientos, productos utilizados..) para controlar y asegurar una buena desinfección.